Desde hace un tiempo llevo haciendo fotografías, siempre de una manera personal y sin ninguna intención de publicación. Esta visión onanística ha ido cambiando, y tengo la necesidad de compartir con otras personas lo que siento al capturar imágenes. Quiero presentaros una fotografía siempre que pueda, y si os parece, podéis comentar que os produce al verla. Si finalmente os gusta, y queréis haceros con una copia, todas están a la venta. Bienvenidos a mi "Objetivo".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A veces tengo la sensación de que la lluvia, cuando es mansa y cae suavemente, como parece ser el caso que se recoge en esta fotografía, iguala todo, todo lo uniformiza y parece no permitir dar ocasión a la diversidad. Su sonido tranquiliza y proporciona una sensación de calma que invita al observador a la introspección evocadora y nostálgica. Da lo mismo el lugar. Los colores se atenúan y los fuertes contrastes desaparecen sin que ello suponga detrimento para la percepción de las imágenes por nuestra retina, pues la lluvia tamiza el aire y purifica el ambiente. Tan es así que una estrecha calle de un casco histórico de cualquier ciudad podría extrapolarse a cualquier otra ciudad si dejamos de lado lo anecdótico y definitorio de la misma. El ambiente siempre será idéntico, el brillo de los pavimentos lavados por el agua, el brillo también de los paraguas mojados, incluso igualmente el paso apresurado de los escasos viandantes. Las perspectivas parecen más difusas al tiempo que se profundizan y llenan de un halo de misterio bajo la tenue luz tamizada por las gotas de agua que caen del cielo.
ResponderEliminar